RECUERDOS
Querido Diario:
Ahora mismo, mientras escribo estas líneas, me doy cuenta de cuantas y cuantas cosas quedan por contar. Que la vida es muy larga y la memoria es infinita. Que cuando piensas una cosas, esa te lleva a otra y esa otra a otra más.
Los recuerdos pueden ser infinitos. Una canción, un olor, un sabor. Mientras escribo he recordado mi paso por Bilbao, no me digas porqué pero, ha sucedido. Recuerdo la visita al lavadero donde nos juntamos con otros centros y asociaciones de programas de recuperación.
Es algo que no podré olvidar en mi vida. Lo que no puedo asegurar es el número de personas que acudimos al lavadero. (Aclarar que el lavadero es un centro cultural que dispone de salas de eventos)
<Buena aclaración. Sigue, sigue>
Lo que sé es que nunca había compartido espacio con tanto adicto junto. Se me hizo extraño poder abrazar a perfectos desconocidos como si los conociera de toda la vida, entablar una conversación llena de sentimientos con alguien a quien, probablemente, no volvería a ver jamás y sellar nuestros sentimientos con un abrazo.
Fué una sensación muy bonita, estar rodeado de medio centenar de extraños pero, tan tan parecidos entre nosotros.
<Que recuerdos. Ya ha pasado mucho tiempo>
El tiempo es lo de menos Darío. Estoy seguro de que por mucho tiempo que pase, si nos volviéramos a reunir, sería la misma sensación que antaño.
<¿Por qué no hacerlo? Sería cuestión de organizarlo>
No Darío, no estoy para eso en estos momentos pero me encantaría. Da igual en Bilbao que en Madrid que en Málaga, sería fantástico.
<Siempre quedan los recuerdos>
Si, eso siempre y cuando la vejez no te los quite.
Mañana más Darío
<Diario. Mañana más>
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