EL TID
Querido Diario;
<Hola querido>
Esta mañana me he tragado una entrevista en la radio que, por un lado, pienso que se le ha dado demasiada importancia a algo tan cotidiano como puedan ser las voces con las que interactuamos a diario. No soy quien para juzgar si esta persona realmente está diagnosticada de Trastorno de Identidad Disociativa (TID) o lo finge ya que antes de la entrevista ya había oído de ella y no con buenas críticas. Lo que sí creo es que, un problema mental si tiene. Pertenece a ese tipo de personas que fingen una enfermedad o trastorno por la necesidad de atención, el más absoluto victimismo que lo único que hacen es perjudicar a los que en verdad lo están sufriendo.
<Explícate Bró>
Bueno, el TID es un trastorno complicado de diagnosticar aunque parezca fácil. Hay tratamiento aunque difícilmente cura según tengo entendido. El tratamiento no es otro que sesiones terapéuticas con psiquiatras y o psicólogos que te ayuden sobre todo a aceptarlo y aprender a convivir con tus “inquilinos”. En este caso no creo que la terapia grupal sea aconsejable, la persona con TID ya tiene bastantes participantes en su cabeza y lo que necesita es una disociación de todos ellos.
Volviendo a la cuestión, esta persona, si está fingiendo, tiene un problema incluso más importante que el que dice tener. También podría darse el caso de que, lo que realmente le pasa es lo que le pasa a cualquier hijo de vecino, esas voces internas con las que nos relacionamos y que todos, absolútamente, todos, escuchamos y nos relacionamos. Nuestro yo interno. De hecho, ahora estoy contigo ¿no crees Darío?
<Si bueno, tu tampoco eres un buen ejemplo>
Ya, y cuando no estoy contigo estoy con Fede, y si estoy en la playa estoy con el cangrejo Rodolfo, ¿entiendes?
<Si, claro, entiendo>
Y por eso no tengo por qué padecer TID
<¿Te lo has hecho ver?>
Ná, ná de ná
<Po fale>
“Escribir es una manera de soñar,
de llegar a la intimidad de uno mismo”
Mario Vargas Llosa
DEP
Comentarios
Publicar un comentario