LA SOMBRILLA DE LA ABUELA
Querido Diario;
<Que tal querido>
A mi lado se instala una anciana con su silla y sombrilla. La verdad es que no hace día de playa. Aún así hay gente en la arena y no poca.
La mayoría de las sombrillas están cerradas, más por el viento que por las nubes que también las hay y con ganas de descargar.
Me levanto de mi silla para ayudar a aquella anciana a clavar su sombrilla ya que la veo muy inestable y el viento podría hacerla volar en cualquier momento.
“No hijo, no la claves más, te lo agradezco pero no lo hagas por favor”
“Señora, solo pretendo asegurarla para que el viento no se la lleve y pueda causar algún daño” La repuse con educación.
“Si, lo sé, pero estoy sola y luego, cuando decida irme, no podré sacarla. Soy débil y estoy enferma” Dijo muy preocupada la anciana.
“Por su edad señora, no pretendo darla lecciones, pero no está sola, puede usted pedir ayuda a cualquier persona de aquí. Cualquiera de esta gente estará encantada de ayudarla, pedir ayuda es el acto de humildad más grande que existe ya que reconoce que hay cosas que no puede hacer por sí misma, la humildad es la mejor herramienta para dominar nuestro ego. Y aprender a dominar nuestro ego es lo más cercano a la felicidad”
La anciana accedió a que ajustara su sombrilla. Creo que más por miedo que por entender lo que dije. Su cara era de asombro y seguramente pensó que estaba loco o algo así pero, accedió.
Horas después, con el rabillo del ojo, me di cuenta de que no entendió nada de nada. A pesar de estar a su lado y estar rodeada de gente, a la hora de irse se esforzó a fondo para desclavar la sombrilla de la arena.
No es fácil recibir lecciones de alguien más joven que tú y más si crees que “Sabe más el lobo por viejo que por lobo"
“A veces no recibimos lo que damos, pero siempre damos lo que somos
y eso es lo que en realidad importa”
J. Bermúdez
Pensador del Nuevo Siglo y Profeta Jubileta
No confundir, ego con autoestima.
ResponderEliminarEl ego te hace odiarte.
La autoestima te hace quererte.
Sasto
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