TIEMPO AL TIEMPO

                         Querido Diario;

<Cuenta Querido, Cuenta>

Sigo martillando las teclas de mi ordenador a pesar del esfuerzo que esto le supone a mis frágiles dedos.

Por una parte lo acepto, intento no hacerme demasiadas preguntas del por qué, no intento buscar culpables como tampoco busco la misericordia. En los días buenos lo acepto y entiendo que formará parte de mi vida y tendré que aprender a convivir con ello. Por otra parte, en los días malos, niego en rotundo, me niego a que mis dedos se declaren en huelga indefinida y los obligo a trabajar a diario, por mucho que protesten, que lo hacen, no acepto excusas. Ya tienen lo que querían, 150 de tramadol y 450 de lírica. 

No sé si hablarán entre ellos y de hacerlo qué se dirán. ¿Estarán preparando un motín? ¿Quién es el cabecilla? Así son los días malos, llenos de preguntas que me formulo intentando autoconvencerme de que en realidad no son mala gente, solo necesitan un descanso. Al igual que yo, ellos también envejecen y su ritmo no es el mismo que cuando eran jóvenes y fuertes. Al igual que yo, necesitan aceptar una nueva etapa que, no tiene que ser peor pero si distinta. 

Al igual que yo, necesitan su tiempo.

<Todos necesitamos descansar>

Cla que si

<Cla que si>

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“Nunca se pierde. Siempre se aprende”

Jesús Bermúdez

Pensador del Nuevo Siglo y

Profeta Jubilado