SAN JOSÉ
Querido Diario; <¿Qué tal querido?> Empiezan, como cada año, las fiestas de mi barrio. Recuerdo las fiestas en mi adolescencia, cómo han cambiado. Bueno, quizá el que ha cambiado soy yo evidentemente. Aunque, pensándolo bien, lo que ha cambiado ha sido todo y no sé si para bien o para mal. Recuerdo de niño jugar en las calles del pueblo aún sin asfaltar. Ahora es raro, incluso extraño ver niños jugando a algo que no sea el móvil. Adolescentes que hacen más caso a Instagram que a las chicas del grupo. Las fiestas siguen siendo fiestas pese a todo. La tómbola, el puesto de tiro, el bocadillo de panceta y la noria. El trapicheo de chocolate en los coches de choque y las litronas. Los encierros a primera hora de la mañana y la hora del aperitivo con la familia. <Parece que tienes buenos recuerdos> Claro, no todo es penuria, también hay bu...